domingo, 9 de marzo de 2014

CAMBIAR AL MÁXIMO NUESTROS HORARIOS.

El simple hecho de haber cambiado la rutina me a fascinado, ya que solo lo e echo un día me ha costado bastante conseguirlo.                                   
Esta experiencia me ha echo apreciar el silencio y a la vez sentirme sola en algunas ocasiones, por ejemplo en las horas que yo estaba despiertas la gente de mi alrededor estaban durmiendo y no tenia con quien pasar el rato o dar una vuelta, lo único que podía hacer era ver la televisión, estudiar y leer. He sentido sensaciones muy raras y aunque no e llegado a acostumbrarme me a costado volver a dormir a mi hora normal, ya que al haber dormido por el día hizo que la noche siguiente me costara mucho dormirme.

Respecto al cambio de horarios en las comidas me a resultado bastante desagradable desayunar lasaña, cuando normalmente el simple hecho de desayunar me cuesta.

Pienso que si todas las personas cambiaran sus horarios un solo día le cambiarían bastante sus vidas, ya que se darían cuenta de que no todo gira en torno a la rutina y que hay cosas que no se tienen que hacer a una hora determinada, sino que la puedes hacer a cualquier hora del día.

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